viernes, 18 de marzo de 2011

LA COMPOSICIÓN DEL TABACO

LA MISTERIOSA COMPOSICIÓN DEL TABACO
Joan R. Lladós

Todos los productos de consumo están obligados a declarar públicamente su composición. Una excepción flagrante afecta a los productos elaborados con tabaco. La multinacional hispano-francesa Altadis ha reconocido públicamente que utiliza 289 aditivos en las marcas de tabaco que vende en Europa. Se sospecha que los objetivos principales de estas sustancias químicas son:
- Incrementar la adicción a la nicotina
- Aligerar las molestias provocadas por la inhalación del humo.
Según Michael *Rabinoff (profesor de la Universidad de *California-*Los Ángeles) “un 90% de los pitillos es tabaco, por si mismo adictivo y *cancerígen, pero el otro 10% sueño aditivos, sustancias químicas de las que se desconoce su seguridad”. Este investigador ha realizado un estudio de los aditivos empleados a los USA en el tabaco en que afirma que “de los 599 aditivos utilizados, más de 100 tienen actividad farmacológica”.
Bien es verdad que los pitillos son una verdadera obra de ingeniería. Las Tabaqueras declaran muchas sustancias como aromas pero, en realidad, desconocemos cuál es su función. Desprendido de que la Administración obligara a declarar los aditivos utilizados hemos podido conocer una lista de 289 sustancias declaradas. Las empresas fabricantes han declinado comentar las funciones de estos aditivos. Muy expertos, como el Presidente de la “*Comisión Nacional para la *Prevención del *Tabaquismo” (*CNPT, que agrupa 40 sociedades médicas) coinciden en la afirmación de *Rabinoff: “mucha literatura científica demuestra que la finalidad de los aditivos es aumentar la adicción”.
Incluso las sustancias aparentemente inocuas pueden resultar perjudiciales, como es el caso de algunos azúcares que, al quemarse, producen acetaldehido, una sustancia que incrementa el efecto de la nicotina. Otros productos, por ejemplo, son derivados del cacao que dan un sabor más dulce que hace el tabaco más atractivo para los jóvenes. Además, actúan como “bronco-dilatadores” haciendo que el humo llegue mejor a las capas más profundas de los pulmones. Un efecto pareciendo se consigue con regaliz.
No nos faltarían otros ejemplos, pero no queremos caer en tecnicismos. Valga como elemento definitivo las declaraciones de Manuel *Oñorbe, Director General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, en relación con la composición del tabaco: “No hacemos análisis de los aditivos y tenemos que creer el que nos declaran las Tabaqueras. No sabemos el qué trae”.
En realidad, el Ministerio de Sanidad tan sólo controla los niveles de nicotina, alquitranes y monóxido de carbono. No se puede decir que *Oñorbe tenga pelos a la lengua pues afirma que “El tabaco es el único producto de consumo que no tiene la obligación de declara su composición. Una situación, sin duda, anómala”. Y todavía dice más: “Si una pasta de dientes tuviera una centésima parte de los componentes del tabaco sin declararlos, es probables que se produjera una alarma mundial”.
Si quieres más Libertad, no fumes!

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