Joan R. Lladós
Según un Informe publicado recientemente por la *CNPT (*Comisión Nacional para la *Prevención *y el *Tratamiento del *Tabaquismo) los pitillos que se consumen actualmente contienen un 40% menos de tabaco del que contenían hace 40 años. Afirman los expertos que esto es posible gracias a la utilización de un gran número de aditivos (de 400 a 600). Los fabricantes afirman que las sustancias añadidas al tabaco vegetal sirven para aromatizarlo y para personalizar el producto. Dicen también que muchas de estas sustancias son inocuas.
Los expertos sospechan que el verdadero objetivo de esta ingeniería consiste al incrementar el poder adictivo de la nicotina. Ciertamente algunos aditivos, como los azúcares, son inofensivos por sí mismos. En su combustión, pero, se produce una sustancia llamada acetaldehido, que produce efectos tóxicos además de incrementar el poder adictivo de la nicotina. Algunos aromatizantes como el cacao o el mentol hacen que el humo resulte más agradable, facilitando así su consumo por parte de los jóvenes y de las mujeres. En el caso del cacao, además, se produce un efecto de dilatación de los bronquios que permite a la nicotina de acceder a niveles cada vez más profundos del sistema respiratorio del fumador. De esto resulta una mayor capacidad adictiva.
Resulta inaceptable que la composición real del tabaco sea todavía desconocida por todo el mundo, excluidos los fabricantes. En estos momentos tan sólo se controlan los niveles de alquitranes, de nicotina y de monóxido de carbono. Y bastante. Ni las Autoridades ni la Comunidad Científica conocen la composición real del tabaco.
Es urgente que se controle la utilización de los aditivos para evitar aquellos que puedan potenciar el efecto adictivo.
Según un Informe publicado recientemente por la *CNPT (*Comisión Nacional para la *Prevención *y el *Tratamiento del *Tabaquismo) los pitillos que se consumen actualmente contienen un 40% menos de tabaco del que contenían hace 40 años. Afirman los expertos que esto es posible gracias a la utilización de un gran número de aditivos (de 400 a 600). Los fabricantes afirman que las sustancias añadidas al tabaco vegetal sirven para aromatizarlo y para personalizar el producto. Dicen también que muchas de estas sustancias son inocuas.
Los expertos sospechan que el verdadero objetivo de esta ingeniería consiste al incrementar el poder adictivo de la nicotina. Ciertamente algunos aditivos, como los azúcares, son inofensivos por sí mismos. En su combustión, pero, se produce una sustancia llamada acetaldehido, que produce efectos tóxicos además de incrementar el poder adictivo de la nicotina. Algunos aromatizantes como el cacao o el mentol hacen que el humo resulte más agradable, facilitando así su consumo por parte de los jóvenes y de las mujeres. En el caso del cacao, además, se produce un efecto de dilatación de los bronquios que permite a la nicotina de acceder a niveles cada vez más profundos del sistema respiratorio del fumador. De esto resulta una mayor capacidad adictiva.
Resulta inaceptable que la composición real del tabaco sea todavía desconocida por todo el mundo, excluidos los fabricantes. En estos momentos tan sólo se controlan los niveles de alquitranes, de nicotina y de monóxido de carbono. Y bastante. Ni las Autoridades ni la Comunidad Científica conocen la composición real del tabaco.
Es urgente que se controle la utilización de los aditivos para evitar aquellos que puedan potenciar el efecto adictivo.
1 comentario:
Me encanta vuestro blog y los consejos que nos dais,
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